A M.J.
Soy un puñado de nervios
Ramificados en torno a tu garganta,
Henchido con tus erupciones
Y anémicos con tus silencios volubles.
Ya no sé qué espero de tus albas tardías,
O de tus encantos letrados,
O más exactamente de ti, así desnudo.
“Hoy” es un signo incierto,
El “mañana” tal vez ni exista,
Pero vale la pena grabarme en tu blancura,
O quemarte con mi tez mulata
Mientras alumbras mis atributos
A la luz incandescente de tus sonrisas.
Vale la pena ser loca, rara, ingenua
Si cada fin de semana vas a estar ahí,
Esperando con tu falso estoicismo
Para estallar sobre mí, dentro de mí
Y decirme en un susurro inútil:
“Te extrañé mucho esta semana”