La Tierra se mueve por ciclos.
Al menos, la mía.
Al menos, la tuya.
Y la de todos, cada cual en su respectivo universo.
Dos palabras la echan a andar
Jubilosa su elíptica de traslación, de rotación,
Su desvarío en zigzag.
Basta que alguien pronuncie
Esas dos palabras en tu oído,
Y la tierra será carrusel y feria,
Lienzo y poesía.
Otras veces se detiene.
Una palabra más
Y te tragará el cráter de su desconcierto.
